Bendición de niños, embarazadas y niños en la Catedral.

Por: Eduardo Delgado

 

Ciego de Ávila, 3 de abril de 2011 / Luego del recibimiento de la Imagen de la Virgen de la Caridad, de la Virgen Mambisa, y al calor del juego de pelota que decidiría el pase del equipo local a las semifinales del campeonato nacional, la tarde presagiaba que la afluencia del pueblo sería limitada hasta el desenlace del evento deportivo. Equivocación de "medio a medio": en la celebración para la bendición de los niños, el templo catedralicio resultó pequeño para las más de cuatrocientas personas que lo colmaron e igual cantidad de niños de todas las edades.

Cuando el juego se encontraba en los dos "innings" finales comenzó celebración de la Eucaristía dominical a lleno completo e incluso con personas de pie. Al finalizar el padre bendijo a cada una de las familias presentes. Llamaba la atención la presencia de familias jóvenes que acudieron con sus hijos pequeños a recibir la bendición del párroco y el concelebrante.

Felizmente por segunda vez la novena local triunfa en cuartos de finales y clasifica para la siguiente etapa, tal parece un regalo a los avileños por las súplicas de cientos de personas.

A las ocho y treinta de la noche dio inicio la bendición de las embarazadas, y sucedió lo mismo. Llegaron más de doscientas en distintos estadios de preñez; la inmensa mayoría eran muchachas muy jóvenes y se veía que muchas acudían por primera vez. A esta celebración se sumaron familias, niños y personas en general con el deseo de recibir también ellos la bendición.

Ofrecimientos de velas y flores, y entrega de promesas se sucedieron en la noche. Poco a poco el público se fue retirando hasta que, pasadas la diez y treinta, permanecían alrededor de veinte a treinta personas velando junto a María.